El Archivo de Navarra Incrementó sus Fondos en 2023 con 48 Nuevos Ingresos

Certificación del Rey de armas de 1582, una de las piezas donadas

El Archivo Real y General de Navarra recibió a lo largo de 2023 un total de 27 fondos documentales, 15 piezas singulares, 5 bibliotecas familiares y una colección. Estas cifras suponen un hito en la historia de la institución desde su creación en 1836 y confirman su decidida apuesta por la salvaguarda y recuperación del patrimonio documental navarro. La mayor parte de los fondos documentales se recibieron a través de donaciones realizadas por parte de sus propietarios, que los entregaron de manera generosa y altruista.

Fondos personales y familiares

Entre los fondos documentales recibidos destacan los de carácter familiar, como el de la familia Palacios, de Arbeiza, la familia Muruzábal, de San Martín de Unx o la familia Marco García Mina. Esta última entregó en donación la documentación conservada en Casa Coleto, en Ochagavía, de sus antepasados los Mancho, Urzutialde, Landa, Garmendia y Marco, que además del archivo familiar de los siglos XVI al XX incluyó la biblioteca patrimonial, la colección musical y la colección de mapas, planos, estampas y grabados. Otros fondos familiares destacados fueron el de los Buelta Ibáñez, familia de liberales navarros que hicieron carrera en los altos tribunales judiciales de las Antillas españolas, o el de los Condes de Barraute y Barones de Armendáriz, que recoge documentación relativa a los mayorazgos fundados en Navarra por José de Armendáriz, virrey del Perú.

El mayor número de fondos documentales recibidos corresponde al ámbito del programa de Archivo de la Música y de las Artes Escénicas de Navarra, especialmente en lo relativo a fondos musicales, como los del pianista y catedrático de piano Miguel Ángel Otaegui, su padre el acordeonista Marcelino Otaegui, el organista Miguel Echeveste, el ensayista Ramón Andrés, el músico y productor Marino Goñi, las figuras del teatro Ignacio Aranguren y Valentín Redín, la profesora de danza Ana Moreno Lecumberri, así como la colección discográfica de la familia Lumbreras. Por su parte, los descendientes del grupo musical Los Iruña’ko entregaron numerosa documentación que ha permitido conformar un nuevo fondo documental, además de otra para la figura específica de Joaquín Zabalza. También se recibieron numerosos documentos que completan el fondo ya custodiado de la Familia Huarte, de la calle mayor de Pamplona. 

En el ámbito de la Fototeca de Navarra, el Archivo Real y General de Navarra recibió los fondos de los fotógrafos Jesús González Irigoyen, de Pamplona, Juan Gayarre Barandiarán, de Echarri-Aranaz, además de piezas sueltas que han permitido completar los fondos fotográficos de Diego Quiroga y Losada, marqués de Santa María del Villar, Daniel López y Teodoro Ruiz de Galarreta. De todos los fondos fotográficos recibidos destacan las fotografías de Pedro Ciga Mayo, dueño del Señorío de Bértiz, entregadas por el coleccionista Fernando Hualde Gállego y que completan otra parte del fondo ya conservada en la institución. Por último, el fondo Foto Galle también se completó con una nueva entrega de negativos de 1955-1956 proporcionada por sus descendientes los Galle Fuente.

Piezas singulares

Además de los conjuntos documentales mencionados, el Archivo Real y General de Navarra también recibió numerosos ejemplares sueltos, que no forman parte de archivos conservados de manera íntegra pero que son valiosos testimonios de la riqueza patrimonial de Navarra, como ejecutorias de hidalguía, árboles genealógicos, fotografías, memorias, grabados o dibujos.

De todas ellas pueden destacarse la Ejecutoria de hidalguía de los Goicoecheas, Ciorda y Latasa de 1750, la Ejecutoria de hidalguía de Felipe de Aldunate de 1761, la Ejecutoria de hidalguía de los Anduezas de 1773, la Ejecutoria de hidalguía de Rafael de Múzquiz de 1788, una Certificación heráldica de 1582 realizada por el rey de armas Pedro de Ascárraga o un Árbol genealógico de la familia Amigo, de Tudela, de 1585. 

Otras piezas recibidas fueron un Diploma de San Martín de Unx de 1941 entregado por David Valencia, el proyecto de obras completo del primer Manicomio Vasco-Navarro de 1888, memorias como la Reseña Histórica de Navarra sobre el Regimiento Navarra de 1866, un Dictamen sobre las Fronteras del Reino de 1792, las anotaciones en la Causa de sedición contra el Rey y el Estado sobre el pronunciamiento de Espoz y Mina de 1814, el diario personal del escribano de Tudela Francisco de Sales Belaúnza de la primera mitad del siglo XIX o un ejemplar de las Memorias Históricas de la ciudad de Estella de Baltasar de Lezáun y Andía. Destaca la vista de la ciudad de Pamplona realizada por la dibujante inglesa Ane Fortescue a su paso por la ciudad en 1818. Por su parte, el coleccionista Ángel Garayoa entregó su colección de programas de Fiestas de San Fermín de Pamplona desde 1920.

En estos momentos, personal técnico del Archivo Real y General de Navarra aborda el proceso de organización y descripción de los fondos y documentos recibidos durante el año 2023 con objeto de ponerlos a disposición de la investigación. Todas las personas interesadas en entregar en donación documentos susceptibles de formar parte de los fondos del Archivo Real y General de Navarra pueden contactar con los responsables de la institución a través del teléfono 848 42 46 23.

(Noticia de Actualidad del portal web del Gobierno de Navarra)

150º Aniversario del Fallecimiento de Pablo Ilarregui (1874)

Portada de la edición del Fuero General de Navarra

El 6 de enero de 1874 fallecía en Pamplona Pablo Ilarregui Alonso. Abogado, jurista y político liberal, destacó como secretario del Ayuntamiento de Pamplona y coautor de la moderna edición del Fuero General de Navarra. Al cumplirse este año el 150 aniversario del fallecimiento de Pablo Ilarregui, el AGN dedica su microexposición de enero a exponer al público algunos de los documentos que conserva vinculados a su persona.

Pablo Ilarregui Alonso

Nacido en Estella el 15 de enero de 1808, su infancia y juventud se vio marcada por la Guerra de la Independencia y el turbulento reinado de Fernando VII. Comenzó sus estudios en el seminario de Pamplona y más tarde se desplazó a Salamanca para estudiar Derecho. En 1830 obtuvo el título de abogado expedido por el Consejo Real de Navarra y en 1836 fue nombrado director del Boletín Oficial de Pamplona, precedente del Boletín Oficial de la Provincia de Navarra. La culminación de su carrera profesional llegó en 1840, cuando fue nombrado secretario del Ayuntamiento de Pamplona, cargo que ejerció durante 33 años, hasta su retiro en 1873. En 1841 fue elegido diputado a Cortes suplente por Navarra, escaño al que accedió tras la renuncia de Pascual Madoz.

Su prestigio en el ámbito jurídico se vio respaldado en 1840, cuando la Diputación Provincial de Navarra le designó, junto con Fulgencio Barrera, Tomás Arteta y Fausto Galdeano, miembro de la Comisión de Modificación de Fueros, encargada de negociar con el Gobierno de la Nación el proyecto que el 16 de agosto de 1841 sería aprobado por las Cortes como Ley de Modificación de Fueros de la Provincia de Navarra, también conocida como Ley Paccionada. Su nombramiento, así como su aceptación de dicho encargo, se exhiben en esta micromuestra. Años más tarde, a invitación de la propia corporación foral, publicó una “Memoria sobre la Ley de la Modificación de los Fueros de Navarra” (Pamplona, 1872) para dar a conocer los antecedentes e incidentes que habían derivado en la Ley Paccionada de 1841.

Fruto de sus conocimientos sobre la legislación tradicional navarra, la Diputación Foral y Provincial de Navarra le encomendó una moderna edición del Fuero General de Navarra, el texto más importante del derecho territorial medieval del Reino de Navarra. El trabajo, publicado en 1869 y que realizó en colaboración con Segundo Lapuerta, vicesecretario de la corporación foral, permitió la difusión del Fuero General de Navarra y contribuyó a su reconocimiento como uno de los grandes textos de derecho medieval español. Con relación a esa edición el mismo año dio a conocer un estudio sobre el “Origen y autoridad legal del Fuero General de Navarra”.

Pablo Ilarregui desarrolló una amplia faceta cultural que le llevaría a ser nombrado académico correspondiente de la Real Academia de la Historia. Formó parte, dese sus inicios, de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra, organismo del que fue vicepresidente desde 1866 hasta su muerte en 1874. La noticia de su fallecimiento fue recogida en acta por el resto de miembros de la Comisión “con la más profunda pena”, tal y como muestra el libro que también se expone en esta ocasión. En 1845, durante la primera etapa de la Comisión de Monumentos, había recibido el encargo de inspeccionar la biblioteca del monasterio de Fitero, entre cuyos códices identificó el manuscrito “La Guerra de Navarra” escrito en provenzal por el poeta Guillén Anelier de Toulouse, un relato inédito de la guerra de la Navarerría de 1276. Solo dos años después Pablo Ilarregui publicaría el texto en una edición que lo daría a conocer al público.

La microexposición “150º aniversario del fallecimiento de Pablo Ilarregui (1808-1874)” es una muestra de pequeño formato, de acceso libre y gratuito, que permanecerá abierta en la galería baja del Archivo Real y General de Navarra todos los días del mes de enero de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas.